Tener un hijo con un Navy SEAL puede ser complicado. Pero tenerlo con tres, y que todos ellos estén dispuestos a ser el padre… Va a resultar que, al final, el amor será la misión más complicada de todas.
Juliana Emerson, una implacable empresaria de Nueva York, nunca acepta un no por respuesta, así que, tras elegir al que iba a ser el donante perfecto para tener un hijo y enterarse de que la muestra de esperma se ha perdido, decide tomar las riendas de la situación y resolverla ella misma, como siempre.
Su aventura la lleva a una extraña casa en medio del desierto de Arizona, donde el hombre perfecto está flanqueado por otros dos hombres igual de perfectos: todos ellos Navy SEAL en activo. Enamorarse de uno de ellos no es una opción. O no lo era, hasta que una inesperada tormenta de arena la retiene en el lugar equivocado, en el momento adecuado, con esos tres deseables hombres.
Y es que estos hombres no son simples soldados, son la élite de la élite. Un equipo de operaciones especiales, con un estricto contrato militar que tiene una norma inquebrantable: nada de esposas, nada de hijos, nada de familia.
Devyn es el feroz guerrero de ojos azules y cuerpo de hierro, letal pero con un corazón de oro. Maverick, guapo y de pelo oscuro, es el rebelde piloto del helicóptero. Y Gage es el alto y rubio mercenario, siempre alegre y con una inocencia que contradice sus mortíferas habilidades.
Cualquiera de los tres sería un padre fantástico para su hijo, pero Juliana no está acostumbrada a ceder el control. Y al mismo tiempo, un rival amenaza con destruir todo aquello por lo que ha peleado y ha creado como presidenta de su propia empresa
¿Pueden tres compañeros de guerra amar a la misma mujer, compartiendo su mente, su cuerpo y su alma? ¿O su secreto en el desierto podrá desmantelar todo lo que ellos también han construido para sí mismos?
Un Bebé Secreto para los Navy SEALs es una historia de amor en un harén militar a la inversa, donde el suspense y la acción se mezclan con el amor, la pasión y el placer multiplicados por tres. ¡Con final feliz garantizado!
