Cuando Penny entró por primera vez en las imponentes oficinas de Crown Enterprises, lo único que sabía era que su nuevo jefe, el terrorífico Jude Crown, era ferozmente apuesto y que se deshacía de las secretarias más rápido que un león en un buffet de carne.
Pero ya ha pasado una semana y Penny ha aprendido mucho. Ha aprendido que a Jude le gusta que lleve faldas y tacones al trabajo, que le gusta que lleve el pelo recogido en lugar de suelto, y que si una limusina aparece a las 2 de la madrugada para recogerla en su apartamento de Brooklyn y llevarla a su casa en el Upper Westside, es parte de su trabajo arreglarse, subir y hacer todo lo que su jefe le diga.
Penny ha aprendido eso porque aprende rápido. Y si se porta bien, quizá no termine en la calle buscando otro trabajo. Porque como él dijo, ella no es como las otras chicas. Y él no tiene ninguna razón para mentir. ¿O sí?