La vida del policía Finnigan Pettaprin es su trabajo. Está impulsado a ser el mejor, siempre. Las relaciones anteriores han sido en gran medida desgarradoras, por lo que se mantiene al margen. Lo último que espera es que una persecución casi desastrosa por el pueblo lo ponga en contacto con Mark, el amor que dejó escapar.
Mark Wallace no ha tenido la mejor suerte en la vida. Ha conseguido salir de Chicago con su libertad y su hijo, Lonnie, y necesita ayuda. Finn es el único amigo con el que sabe que puede contar para tener un lugar temporal donde quedarse, y posiblemente más. Espera un nuevo comienzo en un nuevo lugar con un nuevo trabajo, pero con sus padres amenazando con intentar llevarse a su hijo, nada es fácil.
Finn acoge a Mark y le ayuda a reconducir su vida. En el camino, los dos hombres se acercan al darse cuenta de que lo que ambos siempre han querido está ahora a su alcance. Pero la intersección del pasado de Mark y una serie de robos locales amenaza con poner en peligro la pequeña familia que están empezando a construir y podría dar a los padres de Mark la munición que necesitan para destruirlo todo.
